En primer lugar, la hidrovía tiene su distribución geográfica sobre el Gran Rio Paraná, beneficios de un país como Argentina, donde los buques de ultramar, ingresan dentro del territorio nacional, 400 kilómetros a buscar sus cargas.
Un beneficio desde el punto de vista logístico y costos (que siempre hay que cuidar de cerca) Pero ese es otro tema.
La hidrovía une a países con recursos de los más variados, entre ellos el más importante con o sin salida al mar. Desde ese punto, ya comienza la cadena de favores a funcionar como tal, además de respetar derechos y códigos de comercialización, hermandad y fines de desarrollo sustentable y rentable.
La hidrovia funciona, tiene sus controles, en cada país. Aduana, Prefectura ,SENASA y AFIP en el nuestro, por dar algunos ejemplos.
En mi opinión, falta inversión tecnológica, hay zonas sin comunicación básica. A esta altura solo satelital, debería iluminarse la hidrovía con Internet, con sistemas de antenas que no solo colaborarían con la navegación segura sino también con la seguridad. Ni hablar con el control de incendios en las islas y otros problemas ya existentes de la región, en cuestiones medioambientales.
El tema de dragado, en tantos escritorios y estudios es para los que saben, solo puedo decir que una draga no se compra en un shopping, que una tripulación adecuada no se contrata por un aviso y que la técnica y experiencia son indispensables, así que es un proceso que debe cuidarse cada paso, con los tiempos difícil de caudal de agua y cambios climáticos , el dragado es pieza fundamental de la mencionadas “cadena de favores“.
Un productor, un producto, un camión, un puerto, una barcaza, una terminal y un buque, es solo la letra grande de tal cadena. Quedan servicios, infraestructuras, administraciones, comercializadores, desde el gomero que repara pinchaduras de camiones la albañil que repara un deposito, sin olvidar los baqueanos, marinos y capitanes.
La hidrovia es nuestra mejor ventaja competitiva, debemos cuidarla, no sobre administrar , sino administrar y gestionar “ sabiamente“, no convertirla en un problema, es nuestra solución y la solución de países vecinos.
Dicen los grandes CEO de empresas internacionales “si no tiene ventaja competitiva NO compitas“, nosotros la tenemos , cuidémosla.
Cuidemos su navegación efectiva, su medio ambiente, cuidemos sus costos (para que siga siendo competitiva) cuidemos, el mercado de salida de alimentos, nuestro corazón productivo.
Foto: Roberto Jorge Basualdo.