Cada vez son más frecuentes los incidentes como Operational Technology, que afectan infraestructura de misión crítica, servicios esenciales, logística, puertos y al comercio global generando perdidas millonarias. Sin embargo, parece necesaria una tragedia de mayor magnitud para que la comunidad internacional y de los principales actores de la cadena de aprovisionamiento internacional reaccionen.
Incluso antes de que Rusia invadiera Ucrania, las empresas de transporte, logística y toda la cadena de aprovisionamiento sufrían ciberataques tras ciberataques, sin embargo en los últimos meses, esta situación se fue intensificando al punto de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (US-CBP), alertó en uno de sus boletines que los ataques de ransomware a la cadena de suministro están socavando la seguridad nacional y causarán una mayor congestión en los puertos de entrada y demoras en los envíos.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dice que las bandas de ransomware violaron las redes de al menos 649 organizaciones de múltiples sectores de infraestructura crítica de EE. UU. durante 2021, aunque este número seguramente es mayor ya que el FBI solo comenzó a rastrear los incidentes en el sector de infraestructura crítica a partir de junio de 2021 (JBS) y que no se incluyen ataques no denunciados.
Guerra cibernética o no, el ransomware se ha disparado de forma alarmante. El mundo se está preparando para un nuevo nivel de guerra cibernética, pero mientras tanto, la mayoría de los piratas informáticos no necesitan ningún estímulo geopolítico.
Este espiral creciente de ataques de ciberseguridad sucede al mismo tiempo que, producto de la pandemia, se han acelerado los procesos de transformación digital en toda la cadena logística y de aprovisionamiento.
De hecho, al mismo momento que crece geométricamente la cantidad y variedad de ciberataques, los actores de la cadena de aprovisionamiento global amplían su superficie vulnerable dada la convergencia de las tecnologías informáticas y operacionales (IT-OT) así como por la aceleración en la integración digital entre los diferentes nodos de la red y en automatización inteligente de los procesos.
Para gestionar estas redes complicadas y de gran volumen, las empresas de logística dependen cada vez más de sistemas altamente automatizados que garantizan la entrega «justo a tiempo» combinando múltiples modos de transporte y orquestando la intervención de diferentes organismos de control. La historia reciente demuestra que la industria logística es un sector altamente vulnerable a los ciberataques y que las hostilidades continuarán en aumento.