Nuestra región es tributaria de una ventaja inmensa, está rodeada de ríos.
Entre ríos, por ejemplo, tiene al oeste y al sur el rio Paraná, al norte el Guayquiraró, el Mocoretá, y los arroyos Basualdo y Tunas, al este el río Uruguay.
En Santa Fe, todos los ríos buscan el Paraná como el Salado, el Carcarañá, el San Javier, el Colastiné.
Sería imposible acordar quien los describió mejor, si la poesía maravillosa del entrerriano Juan L. Ortiz, o esa joya fantástica de la música santafesina que es la «Oración del Remanso Valerio» del rosarino Fandermole. Además de belleza y poesía.
Nuestras colonias agrícolas encontraron en el río, la manera de impulsar y sacar las producciones y generar riqueza. Nuestras ciudades y el campo vigorizaron su crecimiento.
Sin embargo, la actividad del hierático buscador de Google posiciona a la Hidrovía, no por sus externalidades positivas, sino asociándola a palabras con connotaciones negativas, como narcotráfico, violencia, contrabando e incendios.
Esta percepción que transmite, se complementa con la desatención que nuestro litoral fluvial y marítimo, viene recibiendo de la agenda pública y de los partidos políticos. Nos proponemos trabajar con las virtudes de nuestra gente, para salir de la crisis y valorizar la Hidrovía para evitar que cualquiera opine sin conocer. Para ello estamos decididos a concretar una agenda conjunta que resalte el valor estratégico de la Hidrovía, utilice adecuadamente los servicios ecosistémicos y del más limpio de los modos de transporte, para darle Intermodalidad a la economía y apoyarla en una logística resiliente asociada a la bioeconomía.
Una gran noticia será que santafesinos y entrerrianos, podamos construir un buen gobierno del rio. Un gobierno que lo proteja y le permita volcar sus beneficios de manera equilibrada, entre su cuidado y su aprovechamiento sustentable.
Los ríos son enormemente generosos en servicios ecosistémicos y nos permiten articular los adelantos de la agricultura con la generación de puestos de trabajo, contribuyen a generar energía eléctrica y permitieron la navegación fluvial, que durante años posibilitaron aprovechar la feracidad de nuestros territorios.
La Hidrovia, los modelos productivos y el cuidado del ambiente, requieren de políticas inteligentes y provechosas socialmente. Para articular la producción moderna con los cuidados ambientales, es necesario a apelar a políticas que atiendan más a las acciones de aprovechamiento productivo limpio, que a la mitigación aprovechando los recursos naturales con inteligencia, para que su uso tenga respeto por el derecho a atender las necesidades actuales, sin entorpecer ni menoscabar los recursos disponibles para las generaciones futuras.
Necesitamos estados provinciales firmes vamos a construir el gobierno del río.