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sábado, noviembre 23, 2024
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Hidrovía: la joya en disputa de una familia disfuncional

Nadie sabía de su existencia hasta que a uno se le ocurrió hurgar en el viejo placar y toda la parentela le cayó encima. Este paso de comedia italiana podría ser la metáfora perfecta de lo que está sucediendo con la Hidrovía Paraná-Paraguay.

El debate público sobre el principal activo logístico del país atrajo la atención de nuevos actores y  nuevas  voces con la intención de influir en el proceso de elaboración de las bases y condiciones de una de las licitaciones más relevantes para Argentina.

En la licitación, no solo se define quien draga, sino también  se discute  la extensión del tramo a intervenir, el programa de obras de profundización y mantenimiento y de ayudas a la navegación, el sistema de financiamiento, y sobre todo la construcción de una  gobernanza que  potencie el interés nacional  instalando el concepto de Hidrovia como eje de desarrollo integral y no como un canal al servicio de intereses solo comerciales.

Para esto hay que dotar a la Hidrovia de un  órgano de efectivo control y el sustento de una coalición público-privada que la ponga en línea con un proyecto político que saque al país de la crisis crónica cuya solución parece cada vez más lejana.
 
Es erróneo partir del concepto de que esta vía es generadora de beneficios solo para los intereses del campo porque además de la exportación de granos y subproductos la usan otros tantos sectores como los dedicados a la comercialización de combustibles para el abastecimiento de energía, la industria automotriz, las terminales de  contenedores, el biodiesel, cargas para la industria metalúrgica, cargas proyecto, cargas de nicho, especialities, y un sinnúmero de actividades fundamentales para el tejido social.

Asociar la Hidrovía a intereses “antinacionales” o solamente sectoriales del campo, es desconocer la contribución que hace al país, por lo pronto, garantizando el ingreso de divisas producto de las exportaciones que contribuyen fuertemente a la superación de la restricción externa. Todos hablan de la joya pero nadie sabe decir si es un diamante, un rubí, un zafiro o esmeralda.

Ahora, el debate de la Hidrovía ingresa a un tercer momento; una pugna entre actores que plantean reivindicaciones lógicas como los gobernadores y las ciudades ribereñas, que tienen legítimos intereses y que presentan iniciativas para mejorar la relación región-puerto.

Además, se suman otros colectivos que muchas veces defienden un interés también legítimo pero con categorías que no se adaptan a las condiciones del mundo actual y no porque haya ocurrido el “fin de la historia” o haya un mundo unipolar con ideología hegemónica, ni mucho menos.

Sino porque estos actores políticos, hasta ahora ausentes, aparecen con virulencia y en muchos casos asignando sentidos incorrectos al escenario donde se quiere intervenir.

El ejemplo más claro de ello es la instalación de la antinomia “soberanía vs privados” atribuyendo una causa nacional a la construcción de canales de navegación que requieren de eficiencia técnica para favorecer mejoras logísticas. Para decirlo más claro, es como querer decidir sobre el trayecto de una nueva autopista en base al análisis de Lenin sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación.

¿En qué momento se pone a prueba la soberanía nacional cuando se toman decisiones en base a conveniencias técnicas y científicas que permiten mayor provecho para vender al mundo?

De hecho, a algunos de estos grupos o referentes que los representan se les podría reprochar la ausencia de un sentido federal con la intención de concentrar la carga en Buenos Aires como lo pensaron ingleses y franceses a principios del siglo XIX.

Pero como la idea de estas líneas es evitar estos debates inconducentes, la renovación de la concesión lejos de ser un problema de soberanía tiene la necesidad urgente de discutir un proyecto logístico nacional que integre los distintos modos de transporte, que incluya la armonización de la vía navegable troncal con el resto de las vías navegables y el entramado de puertos públicos optimizando el sistema de consorcios o entes portuarios dispuesto por la ley de puertos.

La tarea es demasiado grande para detenernos en peleas etéreas y la joya es grande pero delicada, cuidémosla.

Al igual que la ONU la industria marítima se prepara para acometer la agenda de descarbonizacion

El operador noruego Norled lider entre los operadores de ferrys de pasajeros y automóviles recibe el primer buque propulsado a Hidrógeno líquido.

La importante empresa  LMG Marin especialista en diseño y tecnología  ha entregado el primer buque impulsado a hidrógeno licuado,  del mundo que por el momento funcionará a batería, hasta tanto el suministro de este combustible esté disponible.

La provisión del hidrógeno estará a cargo de Linde, una empresa dedicada a los gases industriales líderes en el mundo.

Desarrollo sostenible, el desafío del país frente la Hidrovía

El desarrollo sostenible de la hidrovía, es el desafío más grande del país no solo para el sector agroexportador sino para el conjunto de la economía argentina.

Hace algunos meses, expresamos que la Hidrovía era una infraestructura que genero efectos muy positivos no solo para el sector agroexportador sino para el conjunto de la economía argentina al configurar un complejo que es clave para nuestra balanza comercial. Básicamente, una obra de infraestructura con centralidad en el dragado que mejoró sustancialmente la logística de exportación.

La importancia de esta infraestructura se complementó con el despegue de nuestro campo que se apuntala también en la siembra directa y los avances tecnológicos incorporados. Por esta razón Ricardo Sánchez la distinguió como una obra necesaria aunque no suficiente para el desenvolvimiento de nuestro sector externo.

Cuando se comenzó a hablar de Hidrovía, se despertaron algunos mitos relacionados con el cuidado del ambiente basado en las obras de dragado que originalmente se desarrollaron sin las aprobaciones ambientales necesarias aunque luego, no se evidenciaran impactos significativos.

De ahí a una estampida de alarmas planteadas con liviandad hubo un solo paso. La hidrovía pasa a ser un canal de navegación donde se albergan los siete demonios que se atribuyen a todo lo que es grande en economía, megaempresas, megamineria, grandes extensiones, todos adjetivos que identifican las maldades del capitalismo y que se sobreimprimen en una visión limitada del concepto del desarrollo sostenible al que se le otorgan solo funciones de prevención o mitigación en un absurdo desguace conceptual que le quita la visión de configurar un elemento útil para el desarrollo de un nuevo paradigma mas asociado con lo verde y que se inscriba en la agenda urgente de la descarbonización.

Un solo ejemplo, porque de la relación de la hidrovía con la sostenibilidad ambiental nos ocuparemos en lo sucesivo (que pasaría si el volumen de la producción de la Pampa Húmeda tuviera que ir hasta los puertos de Quequén y Bahía Blanca transportados en camiones y que pasaría si la fila de camiones en nuestra región fuera aun mayor al no contarse con el complejo de crushing más eficiente del mundo.

La sola mención de la palabra hidrovía despertó críticas y ataques que oscilaron entre el desconocimiento y la tergiversación de análisis y conceptos desde sectores de la política bastante explicables ante la ausencia de presencia del tema en la agenda pública. Sin embargo desde el ambientalismo también se desplego una critica despiadada, que registro muy pocas excepciones donde la noción del desarrollo sostenible apareció de manera oportuna.

Faltaron tanto una visión clara como una agenda proactiva sobre el fenómeno. El cambio climático luego del reciente informe de los experto de las N.U. demuestra que en nuestro país se limitó el problema a políticas de mitigación y adaptación, descriptas con inusual claridad por Eduardo Barrera, quien fue durante el gobierno de Alfonsín su Secretario de Minería.

La mitigación asume la inevitabilidad del impacto y ni siquiera explota la posibilidad de prevenir, la adaptación conlleva a la convivencia con el problema.

El Desarrollo Sostenible no se limita a la supervivencia

Desarrollo sostenible, el desafío del país frente la Hidrovía.
Desarrollo sostenible, el desafío del país frente la Hidrovía.

Parece entonces que el Desarrollo Sostenible se limita a una cuestión de supervivencia y no necesariamente de Desarrollo en su sentido amplio, ignorando así las considerables oportunidades de desarrollo económico y empleo para nuestro País.

Ahora que la alarma de las N.U. sobre la situación del Cambio Climático ha puesto en evidencia el problema, la única solución posible frente a esta amenaza es la transición a nuevos paradigmas económicos que no dependa del carbón y de otros recursos no renovables para la generación de energía, en otras palabras la descarbonización de la economía.

Por primera vez, todas las economías mundiales tienen un propósito común y una meta cuantitativa explícita: la neutralidad de las emisiones de gases de efecto invernadero. Existe un consenso en la mayoría de los países sobre la hoja de ruta a seguir ya que no hay plan B para el Planeta.

Como dice la declaración de la Comisión de Economía del Radicalismo que nos parece conveniente resaltar. Es necesario un nuevo equilibrio entre el Estado y el Mercado, con planificación indicativa aceptando que el mercado sigue siendo un aceptable mecanismo de recursos escasos pero subordinado a la consecución de un fin político último determinado por los Estados Salvar a la Tierra y Salvar a la gente. Esto vale tanto para la administración Biden como para Europa en su Pacto Verde o China con sus planes Quinquenales.

En esta visión no figura en ningún lado la necesidad de dejar de producir, solo que hay que hacerlo con regulaciones y no con prohibiciones, la Argentina tiene una palanca importante en la Hidrovía, que reemplaza miles de camiones en las rutas pero que puede sacarlos casi del todo en distancias cortas si se reconfigura la matriz de transporte dándole preponderancia al transporte por agua, que a nivel global encara la transición energética y debe dar esos mismos pasos por la recuperación de nuestra marina mercante nacional.

Las Naciones Unidas alertaron sobre el problema del Cambio Climatico y reclaman acciones urgentes

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas que se encarga de evaluar los informes técnicos de la organización, acaba de publicar un documento elaborado por especialistas que detalla la magnitud de cómo se está devastando la Tierra.

La frase «lo peor está por llegar y afectará a las vidas de nuestros hijos y nietos mucho más que a las nuestras», es categórica en este sentido y apuntó a conmover la conciencia de las principales potencias.

Es que este Grupo de Expertos advirtió sobre el “impacto irreversible” y el peligro para la humanidad que representa que se rebase el límite del calentamiento global de +1,5°C fijado por el Acuerdo de París.

El informe definitivo se espera para los primeros meses del año próximo, pero causó una gran conmoción por la contundencia de la alarma que dispara.

Básicamente se refiere a las consecuencias que se descargarán sobre la humanidad si no se reducen de manera rápida las emisiones de gases de efecto invernadero.

En uno de sus puntos más fuertes explica que la vida en la tierra para los próximos años exhibirá escasez de agua, hambre, enfermedades, extinción de especies, éxodos y ciudades sumergidas por la crecida de los océanos.

Se afirma además que un aumento de la temperatura mayor a 1,5 ºC ya podría provocar consecuencias extremas durante siglos que en casos podrían ser irreversibles.

El objetivo del estudio definitivo será informar a los altos decisores del mundo para evitar las peores hipótesis y alertar sobre la necesidad de actuar de inmediato.

Un dato muy fuerte que que mas de 400 millones de personas de personas sufrirán olas de calor extremas cuando el calentamiento del planeta supera 2ºC.

«Lo peor está por llegar y afectará a las vidas de nuestros hijos y nietos mucho más que a las nuestras», dice el borrador del informe que consta de 137 páginas.

Los últimos sucesos: Hidrovía, el río en diputa

El vencimiento de la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay, que acaba de postergarse al filo de los plazos, revivió el interés por el tema y se extendió más allá del grupo que históricamente lo siguió de cerca y en los próximos meses, ocupará un lugar central en el debate político.

Por esta razón, se debe asumir la importancia que merece, ya que la renovación del contrato de dragado y balizamiento de la vía es, quizá, el contrato de obra pública más relevante que deberá suscribir nuestro país en los próximos años.

Entre los sectores vinculados a los puertos y las vías navegables la cuestión estaba presente pero reducida a círculos muy especializados. Poco antes de la finalización del anterior gobierno, las autoridades nacionales del sector difundieron un proyecto de solidez técnica PERO con escaso anclaje en la realidad para orientar la confección del pliego de bases y condiciones.

Otro aporte fue elaborado desde la Provincia de Santa Fe, redactado por la Mesa Público Privada que convocó el entonces gobernador Miguel Lifschitz.

Hasta allí, no había casi debate publico, mas allá de las voces predominantes del sector agroexportador, los trabajos de los puertos públicos del Consejo Portuario Argentino y la infatigable labor del Instituto de Desarrollo Regional en las sucesivas ediciones del Encuentro Argentino de Transporte Fluvial.

Con la asunción del Gobierno de Alberto Fernández, ante el nuevo vencimiento del contrato, el tema reapareció y el Ministerio de Transporte por entonces liderado por Mario Meoni, se abocó a la elaboración del pliego de concesión a partir de un trabajo de diálogo con los distintos representantes de la comunidad marítima y portuaria.

Por entonces, el tema Hidrovía comenzó a tener mayor visibilidad y fue escalando en la agenda de la opinión pública con el ingreso de nuevas voces y miradas que en los tiempos de post-broadcasting y redes sociales, dieron lugar a opiniones desinformadas o que surgen de emisores con escaso o nulo conocimiento de las complejidades técnicas.

Si bien, es cierto que la Hidrovía fue impulsada según las pautas del Consenso de Washington en los años ‘90, no opaca la relevancia económica, productiva y social que permitió la optimización del río para la salida de las exportaciones con la mayor eficiencia.

Todo ello fue posible en virtud de un esquema de dragado que fue dado en concesión, a riesgo empresario, con peaje a cargo de los usuarios que pagan de manera directa al operador y sin subsidio estatal.

Este esquema resultó exitoso y generó inversiones millonarias para montar el polo agroindustrial de Rosafe que permitió un acelerado aumento de las exportaciones de la producción argentina a todas partes del mundo.

La contracara del clima de época fue que impulsaba la eliminación de todas las regulaciones estatales de promoción del sector marítimo portuario que representaron un fuerte retroceso para la flota de marina mercante nacional que no se ha podido reconstruir.

Desarticulado el transporte nacional y la industria naval, Argentina quedó relegada y en condiciones de menor competitividad en relación a los países vecinos, un desafío que una política integral sobre la Hidrovía, con un funcionamiento más óptimo, puede contribuir a superar.

En paralelo, la Ley de Puertos disparó inversiones privadas en infraestructuras mientras que los puertos públicos fueron transferidos al ámbito de las provincias que pasaron a ser administrados por entes públicos no estatales y consorcios con participación de los sectores regionales de la comunidad portuaria.

¿Qué pasa si se calienta el mundo?

Un documento elaborado por las Naciones Unidas prendió las alarmas por los problemas ambientales del planeta que amenaza a las próximas generaciones con una velocidad inquietante.

Según el documento, para los próximos años se pronostican escasez de agua, hambre, enfermedades, extinción de especies, éxodos y ciudades sumergidas por la crecida de los océanos.

Un documento elaborado por las Naciones Unidas prendió las alarmas por los problemas ambientales del planeta que amenaza a las próximas generaciones con una velocidad inquietante.

Según el documento, para los próximos años se pronostican escasez de agua, hambre, enfermedades, extinción de especies, éxodos y ciudades sumergidas por la crecida de los océanos.

El informe, al que tuvo acceso la agencia AFP, afirma que un aumento de la temperatura superior a 1,5 ºC ya podría provocar «progresivamente consecuencias graves durante siglos, irreversibles en algunos casos». Los niños que nacen hoy sentirán con fuerza ese impacto negativo antes de cumplir los 30 años, sostiene.

El estudio de 4.000 páginas traza un panorama detallado de cómo el cambio climático está devastando el planeta y será publicado en su totalidad en febrero de 2022.

Su objetivo es informar a quienes toman las decisiones en el mundo para evitar que las peores hipótesis se cumplan y alertar sobre la necesidad de actuar ahora.

Según el pronóstico, 420 millones de personas sufrirán olas de calor extremas si el calentamiento del planeta supera 2 ºC. El hambre podría afectar en 2050 a hasta 80 millones de personas más que en la actualidad si no se reducen rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

«Lo peor está por llegar y afectará a las vidas de nuestros hijos y nietos mucho más que a las nuestras», dice.

La preocupación de Naciones Unidas coincide con diferentes voces que se vienen alzando por la falta de atención que las altas dirigencias a nivel global vienen asignando a la cuestión.

Frente a esto distintas organizaciones de la sociedad civil sobre todo ambientalistas han venido alertando pero en muchos casos sin una repercusión significativa, aunque algunas veces transitaron un camino que apunta mas a la intangibilidad de los recursos naturales sin articular la predica con la necesidad de apuntar al desarrollo sostenible.

La Organización Marítima Internacional viene desarrollando una agenda sobre todo dirigida a las grandes navieras que son actores muy importantes apuntando a la transición energética y ecológica y en general desde los puertos y las vías navegables se debe trabajar en evidenciar que entre los en costos del transporte aparecen también los gases de efecto invernadero y que no todos los modos registran los mismos niveles de emisión, impactos, Nuestra matríz de transporte esta muy comprometida con la dominancia del modo automotor o autoviario.

Smart River, cultura portuaria

Smart River surge a partir de la inquietud de un grupo de especialistas de distintas áreas vinculadas a la problemática de la producción, la logística y el comercio internacional en tiempos de decisiones trascendentes para el país.

Por tal motivo, hemos emprendido un camino que intentará trazar pautas de análisis serias, sobre la base de la rigurosidad técnica que permita a los distintos actores de esta compleja trama y del cual depende el 80% de nuestras exportaciones, tomar las decisiones correctas. Quedan todos invitados.