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sábado, noviembre 23, 2024
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Aluminio, pesca y cruceros

Desde antes del establecimiento de la colonia galesa a orillas del Golfo Nuevo, sus aguas eran conocidas entre los navegantes por las condiciones naturales que presentaban; un golfo profundo y bien reparado que permitía encontrar resguardo ante las inclemencias climáticas.

Hoy en día, estas mismas condiciones naturales, sumadas a la infraestructura portuaria, hacen que el puerto de Madryn sea una de las principales vías de comercio marítimo de la Patagonia. Cuenta con un promedio de movimientos anuales de más de 30.000 TEUs y exportaciones que superan las 450.000 toneladas. A su vez, cada año se descargan más de 1.000.000 de toneladas de materia prima para la producción de aluminio en la planta de la empresa Aluar.

El Muelle Almirante Storni dejó de ser, ya hace tiempo, un muelle exclusivamente mineralero, pudiendo diversificar su operatoria y afrontando los nuevos desafíos que fueron surgiendo. Un claro ejemplo de esta diversificación es la actividad pesquera.
Este año, la descarga de productos de la pesca superó los números arrojados no solo en el atípico año 2020, sino también los resultados de la campaña 2019. Esta temporada, Puerto Madryn se posicionó segundo en el ranking general de descargas, solo por detrás del emblemático Puerto de Mar del Plata. En cuanto a la descarga de Langostino, nuestro puerto fue el de mayor volumen, seguido por nuestro vecino Puerto de Rawson con casi un 50% menos.

Operaciones ship to ship

El calado máximo garantizado en el Sistema de Navegación Troncal entre los puertos de ultramar de los ríos Paraná y de la Plata a la fecha es de 34 pies. Mediante el uso de la altura extra que les pueda brindar la marea, los buques que salen del sistema superan el calado de diseño de la vía navegable, pero nunca lo hacen en calados mayores a 35 pies, por lo que la mayoría de los buques resignan entre 4.000 y 12.000 toneladas de capacidad de carga. En épocas de bajante en el rio Paraná este perjuicio se ve aumentado.

Aquí planteamos alternativas para el completamiento de carga que permitan evitar o mitigar las pérdidas por falso flete con el que los buques de menor porte tipo “HANDY” o medianos como los “SUPRAMAX” salen de la zona de la Cuenca del Plata, o bien en el caso de los tipo “PANAMAX”, minimizar la necesidad de completar carga en un segundo puerto fuera del sistema Paraná – Río de la Plata.

El falso flete afecta a todos los buques cuyo calado de diseño supera los 34 pies y se agrava cuanto más pesada sea la carga a transportar, tal el caso de los granos, mientras que en sub productos como harinas, estas ocupan un mayor volumen y aprovechan mejor las bodegas. A estos problemas habituales se agregó este año el fenómeno de una bajante extraordinaria, que no se verificaba desde 1970.

Hoy los canales del río Paraná y del río de la Plata poseen la misma profundidad de modo que una terminal u otro sistema de completado no permiten añadir carga, a menos que estas operaciones se realicen al este del sistema de navegación troncal, donde se consiguen profundidades naturales de 40 pies o más, en posiciones cercanas al límite exterior del río de la Plata.

Es así que los buques que transportan hidrocarburos y llegan con crudo y sub productos de petróleo al estuario del Plata, lo hacen en muchos casos con calados próximos a su máximo de diseño y recurren a operaciones de alijo que se realizan en las zonas destinadaa ello en el río de la Plata exterior
.
En graneles sólidos, desde que el sistema alcanzó la suficiente profundidad para garantizar un calado de 32 pies o más, la práctica de operaciones de transferencia de carga entre buques se ha abandonado por completo por razones de diversa índole; algunas vinculadas a las condiciones hidro meteorológicas que imperan en la zona exterior del río y otras debido a la falta de alternativas en materia de costos para los buques de bandera Argentina, que hacen que resulte más barato completar en un segundo puerto argentino o del sur de Brasil o asumir el falso flete para los buques de menor tamaño.

La redacción del pliego de bases y condiciones del sistema de navegación troncal para la nueva licitación luego de las sucesivas prorrogas da la oportunidad de actualizar parámetros del Sistema de Navegación Troncal, como el establecimiento de un nuevo buque de diseño y nuevas metas de profundidad, también se da la posibilidad de que los canales del río de la Plata terminen siendo más profundos que los del Paraná, debido a sus respectivas condiciones naturales. En ese caso se trata de analizar la posibilidad de implementar soluciones de completamiento de buques dentro del sistema de la Cuenca del Plata.

Hidrovía : La gran cadena de favores

En primer lugar, la hidrovía tiene su distribución geográfica sobre el Gran Rio Paraná, beneficios de un país como Argentina, donde los buques de ultramar, ingresan dentro del territorio nacional, 400 kilómetros a buscar sus cargas.

Un beneficio desde el punto de vista logístico y costos (que siempre hay que cuidar de cerca) Pero ese es otro tema.

La hidrovía une a países con recursos de los más variados, entre ellos el más importante con o sin salida al mar. Desde ese punto, ya comienza la cadena de favores a funcionar como tal, además de respetar derechos y códigos de comercialización, hermandad y fines de desarrollo sustentable y rentable.

La hidrovia funciona, tiene sus controles, en cada país. Aduana, Prefectura ,SENASA y AFIP en el nuestro, por dar algunos ejemplos.

En mi opinión, falta inversión tecnológica, hay zonas sin comunicación básica. A esta altura solo satelital, debería iluminarse la hidrovía con Internet, con sistemas de antenas que no solo colaborarían con la navegación segura sino también con la seguridad. Ni hablar con el control de incendios en las islas y otros problemas ya existentes de la región, en cuestiones medioambientales.

El tema de dragado, en tantos escritorios y estudios es para los que saben, solo puedo decir que una draga no se compra en un shopping, que una tripulación adecuada no se contrata por un aviso y que la técnica y experiencia son indispensables, así que es un proceso que debe cuidarse cada paso, con los tiempos difícil de caudal de agua y cambios climáticos , el dragado es pieza fundamental de la mencionadas “cadena de favores“.

Un productor, un producto, un camión, un puerto, una barcaza, una terminal y un buque, es solo la letra grande de tal cadena. Quedan servicios, infraestructuras, administraciones, comercializadores, desde el gomero que repara pinchaduras de camiones la albañil que repara un deposito, sin olvidar los baqueanos, marinos y capitanes.

La hidrovia es nuestra mejor ventaja competitiva, debemos cuidarla, no sobre administrar , sino administrar y gestionar “ sabiamente“, no convertirla en un problema, es nuestra solución y la solución de países vecinos.

Dicen los grandes CEO de empresas internacionales “si no tiene ventaja competitiva NO compitas“, nosotros la tenemos , cuidémosla.

Cuidemos su navegación efectiva, su medio ambiente, cuidemos sus costos (para que siga siendo competitiva) cuidemos, el mercado de salida de alimentos, nuestro corazón productivo.

Foto: Roberto Jorge Basualdo.

Mentalidad global, política y comercio exterior

La mentalidad global en un país facilita la apertura al mundo para la venta de sus productos y servicios. Esa manera de entender el crecimiento, genera ingreso de divisas, aumenta las reservas, resguarda el valor de nuestra moneda, y produce un efecto sinérgico de fortalecimiento y aprendizaje en todo el ecosistema que interviene en el Comercio Exterior: desde la infraestructura hasta los productores, operadores, transportistas, y profesionales “Comex”.

En 1980 las exportaciones argentinas de bienes y servicios representaban 7,99% en todo América Latina y también 0,40% del total mundial. En 2020 bajamos a 5,29 y 0,28% respectivamente. En otras palabras, perdimos 30% de participación global y 34% en Latinoamérica.

¿Qué nos pasa?

La mentalidad global no se construye en un año o en cuatro: es un objetivo a largo plazo y su desarrollo debería ser incuestionable y transversal a todos los gobiernos y sus banderas políticas. Es la única manera de crear riqueza y mejores salarios en un mundo crecientemente interconectado. Opuestamente, el modelo que propone el gobierno argentino, penaliza a los productores, los asfixia tributariamente y les esquilma la renta para financiar los déficits y sostener la demagogia. Pone a la Argentina de espaldas al mundo y dificulta el fortalecimiento de sus políticas comerciales internacionales.

Como cordobés, me toca asistir al ataque contra la industria del maní, una de las más sólidas del mundo. Hace unos días la AFIP estableció valores arbitrarios de referencia del maní blancheado, obligando a los productores a pagar, en ciertas ocasiones, un mayor porcentaje real de retenciones (7%). Uno de los problemas es que existen muchas calidades diferentes del maní, de modo que no todo se vende por el mismo valor de referencia. El otro problema es el encarecimiento de los fletes en todo el mundo, provocando la pérdida de rentabilidad de este sector en especial. O sea, en vez de recortar las retenciones para ayudar al sector productivo, les están dando el tiro de gracia para terminar de destruirlos. Este es uno de tantos ejemplos de legislaciones que fueron debilitando nuestra posición comercial ante el mundo.

La falta de mentalidad global, entre otras consecuencias, ha puesto en jaque al Mercosur, que nos integra con nuestros principales socios estratégicos. No debería sorprender que Uruguay haya iniciado sus propios acuerdos por afuera para llegar al mercado asiático. Brasil, Paraguay y Chile (estado asociado) también avanzan por un camino diferente al nuestro, con más apertura y más apoyo a la producción. Simplemente no podemos pretender avanzar como socios si exhibimos modelos políticos y de desarrollo tan opuestos.

El círculo vicioso se acelera con legislaciones anacrónicas. Uno de los casos más absurdos es la ley de biocombustibles, redactada a contramano de la sustentabilidad y el mundo, que además ha golpeado duramente a las economías regionales.

Existe una interdependencia fuerte entre el sector privado y el estado. En Argentina, las políticas de estado generan productores agraviados, emprendedores frustrados, exportaciones de bajo valor agregado, economía que decrece, salarios que se diluyen contra la inflación, en definitiva: un país progresivamente devaluado inmerso en un mundo que amplía y amplía sus mercados y nos relega cada vez más.

La pandemia afectó a todos los países, pero desnudó aún más la vulnerabilidad del nuestro. Los problemas logísticos que se desencadenaron por el aumento del comercio electrónico y el COVID (cerrando los puertos de trasbordo), provocó que nuestros exportadores tengan dificultades extremas para conseguir contenedores y realizar el transporte de sus productos. Adicionalmente, se suman la escasa relevancia del país en el comercio internacional y el encarecimiento de las
importaciones. En conclusión, las navieras están menos interesadas en cargar mercadería en nuestros puertos y si vienen al continente, prefieren los puertos de Brasil. Y para colmo de males, este mismo gobierno, ineficiente y de mentalidad cerrada, es el que ha tomado el control de la Hidrovía que mueve el 80% de las exportaciones. ¿Qué experiencia tienen? ¿Cual es el plan de inversiones en infraestructura? ¿Cuál es el objetivo a mediano plazo? Todas incógnitas que generan mayor desconfianza a quienes intervienen en la cadena.

La falta de mentalidad global en el diseño de nuestras políticas son las responsables del “costo argentino”, que nos vuelve inviables a la hora de recibir inversión extranjera directa. Años y años de inseguridad jurídica, incoherencia fiscal, obsolescencia ideológica, falta de mentalidad global y falta de modernización, son los pilares que sostienen el desastre que ha sufrido nuestro país en términos económicos.

Los países cuyas economías lograron ser relevantes en términos de participación en el comercio mundial, han consensuado el objetivo a largo plazo de potenciar a sus productores y facilitar el comercio global. Tenemos el desafío de un giro copernicano a la hora de abordar el comercio internacional y las políticas de estado asociadas.

En definitiva, para que Argentina regrese a la senda del desarrollo, debe adecuarse a los paradigmas modernos del comercio internacional y los gobiernos deben entender que nuestra cadena de crecimiento global se corta por el eslabón más débil: el productor.

La Hidrovía Argentina tiene ausencias imperdonables

Este artículo tiene el propósito de exponer, poniendo blanco sobre negro, la problemática de la llamada “Hidrovía Argentina”, centralizando su debate.

El debate sobre este recurso natural, convertido en autopista fluvial, viene transitando, podríamos decir por la “banquina”, por cuanto en vez de darse la discusión principal sobre su utilización, se nublan los temas a través de un tratamiento meramente ideológico, donde se instala una fútil tensión entre “manejo privado” o “manejo estatal”, uno invocando un nacionalismo voluntarista sin contenido y antifederal, y otro una racionalidad económica que maximiza el lucro por sobre los intereses nacionales y federales.

En un breve repaso histórico, se puede mencionar que la hidrovía argentina se concesionó durante el gobierno menemista por diez años, adjudicándose a una empresa belga y a una empresa argentina, que se encargarían del señalamiento, balizamiento y dragado. A su vencimiento comenzaron las prórrogas que se extendieron hasta la fecha, efectuadas por distintos gobiernos. Lo paradojal es que en las renegociaciones que conllevaron estas sucesivas prórrogas, el precio del peaje por tonelada, que comenzara en u$u 0.90, terminó en u$u 3.50 aproximadamente, sin tener en vista que el aumento de la oferta de materia a transportar se quintuplicó durante todo el período de la concesión, lo que hubiera tenido que ocasionar que el peaje en vez de aumentar disminuyera, cumpliéndose con un axioma económico elemental.

De todo ello se desprende que, la corta concesión y las largas prórrogas, nunca priorizaron los intereses nacionales integrales y el rol del federalismo. Estas ausencias, que se desarrollan a continuación, son los temas principales respecto de la hidrovía argentina, los cuales deberán instalarse en el debate parlamentario argentino para sacar este tema de la banquina y transitar por la autopista de interés nacional y federal.

AUSENCIA DE UNA ESTRATEGIA NACIONAL INTEGRAL

Una gran ausencia de estrategia Nacional, está dada por no utilizar la hidrovía como soporte y trampolín de desarrollo. Deberá discutirse para instalar esta estrategia, que la actividad de transporte sobre la hidrovía argentina sea con barcazas de bandera nacional y analizar los obstáculos actuales que tiene el país para ello, que por estos días llevan a que se renuncie a aproximadamente a 4500 fletes al año y por ende entregue a empresas extranjeras, a cambio de nada, fletes por USD 7800 millones anuales, como si la Argentina fuera solo un punto de mercado. Tendrá el Parlamento Argentino que dar un debate integral, con una legislación actualizada en materia económica, laboral, fiscal, industrial, etc. Y analizar el tratamiento que desarrollan en el Sistema del Rio Misisipi en EEUU y el Sistema en el Rio Danubio y el Rin en Europa, sin que esto signifiqué una traspolación ciega.

AUSENCIA Y SEGUIMIENTO DE ESTUDIOS HIDRAULICO AMBIENTALES

Otro tema ausente durante estos 25 años fue la falta de realización de estudios integrales de impactos hidráulicos ambientales, pues las empresas concesionarias deben realizar la señalización, balizamiento y dragado de la misma, siendo el dragado un punto a tratar, ya que implica mover arena en cantidades industriales para formar la autopista de circulación, modificando y en consecuencia impactando en el medio ambiente. Estos estudios deben hacerse conforme al artículo 124 de la Constitución Nacional, que en su último párrafo expresa textualmente “Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”, lo que implica que las 7 provincias que componen la ribera de la hidrovía, deberán aprobar el impacto ambiental de la misma. Estas son Formosa, Corrientes, Chaco, Misiones, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, donde podemos invocar como precedente las líneas en 500 kW que se alimentan de la Represa Hidroeléctrica Yacyretá y van para el Sistema CAMMESA, que para su realización, tanto la línea eléctrica que hace pasar sus torres por el Sistema Iberá hasta llegar a Ezeiza y distribuir a todo el País, como la otra línea que va en torres atravesando el territorio provincial, por la ruta 12 pasando por el Rio Paraná y finalizando en Puerto Bastiani, requirieron certificado de impacto ambiental provincial .

AUSENCIA DE FEDERALISMO REAL

Se refleja la ausencia del interés federal, como se sabe. La hidrovía comienza en la Confluencia Km. 1.238 Paso de La Patria – Corrientes y termina en el Km. 239 del Canal de Punta Indio en el Rio de la Plata. La Provincia de Corrientes viene solicitando que se amplie el dragado Rio Arriba desde la localidad de Paso de la Patria hasta la ciudad de Ituzaingo, significando aproximadamente 200 km más. El Gobierno Provincial está haciendo una inversión estratégica de logística portuaria en Ituzaingó con un puerto de 300 mts. de largo, el más largo del país, que permitirá operar en simultaneo a 4 barcazas. Dicho puerto cuenta con una estructura de hormigón reforzada, dado que pretende ser el puerto de la foresto industria en la zona núcleo, que incluye los departamentos de Ituzaingó y Santo Tome, donde a su vez se encuentran los municipios de Villa Olivari, San Carlos, Colonia Liebig, Gobernador Virasoro, Garabí, Garruchos, además de los mencionados municipios de Ituzaingo y Santo Tome, y por supuesto podrían incluirse otros municipios cercanos, como así también a la vecina Provincia de Misiones y a la Zona Núcleo Sojera de la República del Paraguay. Al mismo tiempo la provincia esta instalando un Parque Industrial de 500 ha integrado al puerto. Asimismo, en base a un convenio Provincia – EBY, se está terminado una Estación Transformadora de rebaje eléctrico que garantizará energía al Complejo Portuario Industrial. Solo una visión centralista unitaria, puede cancelar este futuro estratégico, y por ello estamos dispuestos a insistir con la legitimidad del reclamo, el que además tiene base Constitucional en el art 75. Inc. 19 de la Constitución Nacional, que es, precisamente denominada, “Clausula para el Progreso”, la cual establece que el Congreso Nacional deberá “Proveer al Crecimiento armónico de la Nación … Promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones.”

PARTICIPACION Y PROTAGONISMO DE LAS PROVINCIAS

Para que las siete provincias ribereñas puedan tener una participación y un protagonismo importante dentro de la Hidrovía Argentina, es de necesidad imperante la sanción de una Ley Nacional que establezca la participación de las mismas en un ente regulador, donde tengan voz y voto, como así también decisión vinculante, definiéndose también en esta ley, la forma jurídica de operar dicha actividad. Está legislación, dejará atrás los decretos y resoluciones que generan una constante inseguridad jurídica e incertidumbre económica.

Estas ausencias se resumen con dos frases que facilitan la compresión de los errores argentinosal momento de la toma de decisiones.

Como dijo Deng Xiaoping, que fuera primer ministro en China durante el Siglo XX, en el inicio del proceso de reformas que transformó a la República Popular de China, “El debate no puede ser si el gato es blanco o negro, sino si caza ratón”. En “El sueño de Confucio”, de J. Levy, surge que la frase aludida, no fue dicha al pasar, sino producto de una inspiración basada en la filosofía de Confucio, inmersa en una cultura milenaria de Principios y Valores, que van más allá del mero pragmatismo. La problemática de la Hidrovía, transcurre actualmente por un debate estéril sobre el color del gato, con obstáculos para discernir si caza ratón, esto es, no dando el debate y respuesta sobre sus efectos federales.

Siguiendo esa línea de pensamiento, quiero terminar con una frase de nuestro Gobernador Gustavo Adolfo Valdés, que refuerza nuestro argumento en esta nota “LA ARGENTINA RECUPERÓ LA DEMOCRACIA, PERO AUN NO RECUPERÓ EL FEDERALISMO”, estas dos frases condensan que debemos hacer el diseño de políticas federales en todas las materias, en este caso puntual, la Hidrovía Argentina.

Crisis hídrica y Dragado. Usar y cuidar las herramientas

La situación hídrica y dragado actual en el río Paraná es de una gravedad extrema, desde hace mucho tiempo no se da una bajante de esta magnitud en la cuenca baja que acumula pronósticos muy preocupantes por los severos riesgos que complican la navegación y el acceso a los puertos. Desde el inicio de este fenómeno el dragado del rio jugó un papel muy importante, por esta razón el gobierno nacional declaró la emergencia hídrica el pasado 24 de julio solicitando al Ministerio de Transporte que garantice ambas cuestiones decisivas para el comercio exterior argentino.

Sin embargo, en virtud de la presentación de una organización ambientalista la SSPVNyMM dispuso que el concesionario a cargo de las tareas de dragado deje de realizar las  que estaba llevando a cabo en cumplimiento de los objetivos y los parámetros que admite el contrato  vigente lo que resolvía, en la emergencia, parte la situación. Esto generó incertidumbre a los usuarios de la Hidrovia, mientras que en paralelo opiniones desinformadas bautizaron las tareas del dragado como ¨sobredragado¨ impulsando la idea de una intervención perjudicial para el ambiente, una manera de atribuirle un sentido negativo a los trabajos que  desde hace más de tres décadas se realizan sin mayores inconvenientes.

En la coyuntura y  desde el 12/9 la AGP es la encargada de administrar el dragado del Río, mientras tanto y con miras a la licitación larga y el futuro pliego de bases y condiciones es necesario trabajar en el establecimiento de pautas claras para contar con un pliego preciso y estudiado para maximizar las ventajas y reducir los riesgos de una operación frecuente en el contexto nacional e internacional que se practica de manera usual y sin inconvenientes.

Eso si, es lmportante  esclarecer la necesidad y conveniencia del dragado y alertar acerca de que es necesario regular, pero no caer en el prohibicionismo que algunos sectores proponen y que podrían desechar innecesariamente una herramienta útil para sostener la navegación.

En relación a la experiencia acumulada partimos de que en el año  2009 se hizo un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que presentó el concesionario del dragado ante la  Subsecretaría y que fue aprobado por el organismo.

También un estudio del 2006 muestra que la profundización propuesta y aprobada era sustentable y no generaría impactos ambientales negativos, allí se  menciona que un calado navegable de 34 pies conlleva a una profundidad del lecho de 36 pies;  así se operó por más de 10 años, sin denuncias, observaciones ni impactos ambientales.

En ese período tampoco hubo damnificados o reclamos de Organismos Oficiales o de Organizaciones ambientalistas. Asimismo, los volúmenes dragados durante el primer semestre del 2021 fueron 48,12 % menores, la mitad de los volúmenes dragados en el primer semestre de los períodos 2018 al 2020.

Un dato importante: la información sobre los calados de los buques que han salido al Océano sin contingencias durante 2020 y 2021 revelan que la vía troncal tiene un calado navegable del orden de los 31 pies con las tolerancias que están dentro del rango técnico de ejecución de la operación de dragado.

Durante este periodo de bajante la pérdida de profundidad obliga a los buques a cargar menos toneladas en los puertos de la Hidrovía y en casos transportar las materias primas a los puertos del Sur, sumando 700 Km de viaje en camiones y generando mayores  costos de fletes y menores precios de las materias primas en origen.

Además se generó una mayor congestión de tráfico en carreteras y potencial rotura de rutas y accidentes, así como generación de 25 veces más de gases de efecto invernadero y un aumento importante   en el consumo de combustibles por tonelada.

En este momento por efecto de la misma bajante el rio trae mucho menor volumen de sedimentos subutilizando la capacidad de transporte normal.

En definitiva una ostensible baja de la  competitividad del COMEX Argentino.

Por lo tanto hay varias razones que justifican el tipo de dragado que se venía haciendo hasta la reciente interrupción del mismo por la SSPVNyMM.

Hay otros datos muy ilustrativos: la superficie intervenida por el canal y sus veriles es de sólo 0,34% de la superficie inundada de las cuencas involucradas. 20.000 Has./5.800.000 Has, no se draga todo el ancho del Río, en promedio el área inundada del Rio Paraná es superior a 1500 metros y el ancho de solera del canal es de 120 metros, es decir se draga una superficie menor del 8,0 % del ancho total.

La Biota de estas áreas inundadas se desarrolla sin interferencias en la superficie inundada restante. Se dragan sólo los pasos críticos que son alrededor del 17% de la longitud del Canal navegable en el Rio Paraná.

La afectación física y biológica del fondo del canal es muy menor porque la operación de dragado necesaria para mantener profundidad se ejecuta sobre un fondo que está disturbado por la navegación y los dragados en los pasos críticos.

En las condiciones actuales, como el Río aportó menos sedimentos durante la bajante prolongada, la profundidad en los pasos críticos es algo superior a los 2 pies, adicionales a los 36 pies, pero esta situación es absolutamente normal dentro de las tolerancias técnicas de una operación de dragado, que además es una operación cuidada, razonable y con una fuerte justificación económica.

Hay dos tipos de impactos principales derivados de las actividades de dragado, los que derivan del desempeño de los equipos empleados y los que resultan consecuencia del desarrollo propio de la actividad, entendiendo a esta última
como la relocalización del material del lecho fluvial.

Los impactos debidos a la acción misma del dragado son esencialmente la afectación de flora y fauna acuática en los sitios con intervención, el incremento de los niveles locales de sólidos en suspensión, la alteración batimétrica y la posible re suspensión de sustancias contaminantes cuando estas se encuentran en el material a remover.

La afectación de biota acuática puede darse por remoción del material del sitio de dragado o por sepultamiento en la zona de descarga. Esta afectación es
acotada al lugar donde se draga y descarga el material. Esta perturbación es
efímera y reversible porque que una vez finalizada la acción de remoción o de
descarga las especies existentes en los alrededores recolonizan el área.

El aumento de la concentración de sólidos en suspensión es local y ocurre con menos intensidad en el dragado que en la descarga del material. En ambos casos no alcanza niveles perjudiciales y desaparece poco tiempo después de la la operación que la originó.

Ambos, remoción de biota y sobre concentración de sólidos en suspensión, fueron impactos evaluados en el análisis, no evidenciándose intensificación significativa de estos efectos sobre el ambiente por la profundización proyectada de la Vía Navegable Troncal Santa Fe – Océano a 36/28 pies.

La mayoría de los impactos negativos que pudieran producirse por las obras de profundización de una Vía Navegable, han sido evitados como consecuencia de la incorporación de las consideraciones ambientales al diseño y planificación de los trabajos.

Esto justifica por ejemplo que no se observe afectación de las captaciones superficiales de agua del río, que se minimizan y en algunos casos evita la intervención por dragado, por la adopción de la traza de auto dragado en el río Paraná, y tampoco se altera el régimen hidrosedimentológico natural del sistema por la relocalización de los sedimentos dragados en otro lugar del mismo río.

Los beneficios directos del proyecto no son solamente los de carácter económico que se evidencian sobre el medio antrópico, ya que la profundización también tiene efectos positivos sobre el medio natural recordemos que la Vía Navegable Troncal Santa Fe – Océano está al servicio de la modalidad de transporte de menor impacto ambiental.

De los datos presentados surge con evidencia que no existe riesgo ambiental significativo que impida continuar con la metodología habitual como es el dragado que se venía realizando.

Nadie discute la importancia de la cuestión ambiental en aquellas obras o tareas en las que puede haber cierto impacto en dicho orden, pero no se puede soslayar que no deba ponerse en riesgo la entrada y salida de productos de las las economías regionales, la cadena logística ligada a los puertos, en definitiva, el comercio exterior argentino, sin datos concretos y verificables que indiquen riesgo ambiental, cuando los únicos existentes reflejan exactamente lo contrario, que no hay riesgo y/o daño ambiental con la tarea que se viene realizando.

Finalmente vale la pena resaltar que en 25 años de dragado y profundización que lleva el sistema del Río Paraná y del Río de la Plata, NO ha habido denuncias, ni evento ambiental alguno registrado que permita inferir la decisión de suspender el dragado. La acción combinada de una estrategia de dragado acorde a la naturaleza del Rio Paraná, con  tolerancias técnicas razonables  y el periodo de bajante extrema que modifica el comportamiento del lecho, ha hecho posible que durante este periodo los buques puedan salir con calados de 31 pies aproximadamente.

Estas cuestiones remiten a lo ambiental y a la discusión de nuevos modelos productivos, en nuestro caso nos inclinamos por una agenda verde que dispara el reciente informe del grupo de expertos de la ONU sobre Cambio Climático para atender productivamente la triple transición digital, ecológica y energética.

Mirada panorámica del Dragado de la Hidrovía

En estos momentos, los expertos y los no tanto, exponen sus críticas y opiniones sobre el proceso del Dragado de la Hidrovía.

Es un tema central, pero no se puede dejar de mirar el tema desde un punto de vista más integral.

La vía es una parte esencial y quizás el actor principal, pero se complemente con otros  protagonistas que integran el Sistema de Transporte: los puertos, las conexiones terrestres y las embarcaciones.

En el tiempo logístico, estas partes contribuyen en mucho a la eficiencia y a los costos involucrados.

Si hablamos de una bodega dinámica, en el tiempo total, la navegación perse, es un variable de la ecuación, lo puertos y sus rendimientos pueden significar un porcentaje de ese tiempo que se torna sumamente relevante para la mirada integrativa.

Podemos tener embarcaciones más veloces, mejor señalización, amplios lugares de cruce para evitar esperas, pero luego los tiempos de operación en el puerto, las eventuales esperas, pueden tirar por la borda toda ese cuantioso esfuerzo e inversión.

El avance debe ser también en equipos de manipuleo, adaptándose a los nuevos buques, con velocidad y seguridad. Equipos de tierra automatizados, lay outs del hinterland óptimos. Playas de operación inteligentes.

La conexión con los accesos terrestres es vital para evitar demoras en congestionamientos del acceso de camiones o ferrocarril a las ciudades-puerto

Y en ese aspecto se debe profundizar (literamente) en el interior los nodos de concentración de cargas.

En lo que respecta a las embarcaciones fluviales, un ejemplo de adaptación fue la manga de las barcazas, inicialmente las que operaban en nuestro río eran ex Mississipi y se construían con esa misma manga que obedecía a una limitación de las esclusas de esa vía. Tardíamente se utilizó una manga superior que incrementó la capacidad de 1500 tons a 2500 tons. Esto significaba una mejora en escala en los volúmenes, considerando que por cada barcaza había un posicionamiento, eventual apertura de tapas o conexiones, barridos finales, retiro de la barcaza, todos tiempos que en la sumatoria influyen significativamente en los tiempos operativos de carga y descarga. 

Se requieren adecuados y cercanos amarres para el caso de las barcazas, remolcadores portuarios atentos a alimentar siempre el muelle.

En esta Hidrovía, los puertos upriver han avanzado sensiblemente en mejoras de rendimientos de carga y descarga de graneles.

Pero si consideramos las otras cargas, pocos puertos privados han realizado las inversiones necesarias para tener standards de operaciones portuarias mundiales. El volumen de contenedores no ha evolucionado en la Argentina al ritmo del crecimiento mundial, peor, ha sufrido disminuciones.

Los organismos de control SENASA, Aduana, también deben acompañar con desarrollos electrónicos una más fluida operación portuaria.

Y allí también aparece otro protagonista olvidado de este drama, que esperemos tenga final feliz: la mano de obra. Hay puertos que cuentan con personal altamente calificado y capacitado mediante modernos métodos de simulación y testeos.

La eficiencia y productividad en operaciones de contenedores, vehículos y cargas proyecto empujan genuinamente el desarrollo del dragado de la Hidrovía.

Estas cargas tienen alto valor agregado, lo que se necesita para potenciar nuestro comercio exterior.

El reto está, algunos ya tomaron el guante y se pusieron a la vanguardia de la operatividad portuaria, los que no lo hicieron ni lo harán, seguirán con el foco en el Dragado y como se implementa.

Todos los actores cumplen un rol, el comercio y el sector naviero serán los jueces de la obra conjunta.

El Puerto y Bahía Blanca están unidos desde su nacimiento

El posicionamiento estratégico que planteamos desde el Directorio tuvo desde el comienzo, hace un año atrás, enormes expectativas sobre nuestra ciudad. Enlace a nuestra Patagonia, Puerto abrigado natural de aguas profundas por excelencia de la Argentina que cuenta con una figura consorcial que, bajo la guía del estado provincial, combina en la gestión los saberes y las energías de los sectores de la producción, los servicios y el trabajo.

Federico Susbielles
Presidente CGPBB

Desde el año 1993 a esta parte, nuestra entidad creció y forjó un modelo que cambió la fisonomía y la potencialidad de nuestro Puerto. La llegada de inversiones, la mejora en la infraestructura y un movimiento de mercaderías que creció y se diversificó produjeron una mirada de esperanza local y regional hacia el Puerto de Bahía Blanca como factor multiplicador del desarrollo económico, social y cultural de la comunidad.

Sin embargo, hasta el presente, esto no terminó de ocurrir. El puerto no logró hacer crecer a la ciudad y a la región. Venimos a reparar esa fisura y a volver a unir esos destinos. Este es el objetivo más importante que tenemos por delante. El Puerto debe tener como misión esencial contribuir al desarrollo equitativo, igualitario y sostenible de los y las bahienses.

No hay gestión portuaria exitosa si no produce mejoras sustanciales en la comunidad en la que se encuentra. A eso apuntamos con nuestro Directorio, que tiene 5 grandes áreas prioritarias:

  • Infraestructura y conectividad logística.
  • Desarrollo económico portuario sostenible y sustentable.
  • Innovación.
  • Equidad de género en la visión.
  • Y promoción social y cultural de nuestra comunidad.

Venimos trabajando en este contexto de pandemia con esmero, profesionalismo y dedicación, liderando en materia de seguridad y protección de nuestros trabajadores y trabajadoras, en alianza estratégica con los y las integrantes de la familia portuaria. Esto nos permitió tener un año sobresaliente, especialmente teniendo encuentra el contexto adverso. Mantuvimos operativo durante todo el año un servicio esencial para nuestra economía y también nos preparamos para el futuro.

Tenemos un presupuesto que sustenta y profundiza el rumbo elegido, con obras portuarias de relieve y una visión integral en lo que respecta a la comunidad. El puerto será el motor de la economía y una herramienta para transformar el futuro. Realizamos inversiones en obras para estar listos para los desafíos que vienen y porque entendemos que en este momento de recuperación y reconstrucción de la Argentina debemos hacer nuestra contribución a la generación de empleo local y desarrollar la matriz logística intermodal que permita a nuestro puerto mejorar en productividad y eficiencia.

Ese desarrollo tiene que estar basado en la sustentabilidad. Por eso junto a las universidades, los institutos científicos, los profesionales y las organizaciones ambientales trabajamos para cuidar y proteger el medioambiente.

Vamos a impulsar una línea de innovación para incorporar tecnología a la gestión, esto es: hacerla más eficiente y mejorar la competitividad y capacidad del puerto. Para esto nos apoyaremos en la enorme potencialidad académica y profesional de nuestra ciudad. En un año difícil, estuvimos y seguiremos estando muy cerca de nuestras instituciones que, con mucho esfuerzo, acompañan y fomentan la educación, la cultura y el deporte. Esto es fundamental para el futuro de la ciudad y la formación de las generaciones venideras. Por eso estaremos ahí para escuchar sus necesidades, acompañarlas y apoyar sus iniciativas.

Contenedor de 53 pies: Disparador de la recuperación económica

Argentina y el mundo se encuentran ante el comienzo de la economía de postpandemia y es una situación inmejorable para exprimir toda oportunidad de crecimiento pero, en plena crisis, las siete grandes navieras globales han ejercido su prevalencia acordando retirar buques, quintuplicar el precio de los fletes y hasta abandonando escalas sin previo aviso.

El contenedor de 40 pies es un estándar de la década de 1960, y es la pieza con la que las navieras condicionaron a la economía global

En conocimiento de la capacidad industrial manifiesta por parte de la Cámara de Fabricantes CAFAS para construir semirremolques, vagones y contenedores estandarizados en 53 pies, y del convencimiento, necesidad y capacidad de inversión del sector logístico del automotor de Argentina, representado en FADEEAC y en FAETyL, en invertir integrando las economías de los cuatro modos de transporte, desde AIMAS proponemos impulsar la fabricación y aplicación del contenedor de 53 pies para el mercado interno y regional, ya que es un dispositivo surgido en América del Norte, ya extendido a Brasil, y que es fundamentalmente de propiedad de las empresas de logística de los propios países y regiones.

Ante tal aumento desmedido de los costos logísticos y condicionamientos al comercio exterior entendemos que es tiempo de comenzar a fabricar en el país contenedores de 53 pies y sus respectivos semirremolques, e insertar este contenedor en el mercado interno, con el visto bueno de la logística del camión, el tren y el barco, lo que les permitirá aumentar la productividad, reducir huella de carbono y reducir costos logísticos con la estandarización del transporte para el comercio interior y regional.

Hoy, en “contenedores equivalentes” el comercio terrestre argentino transfronterizo de cargas generales con la región supera en 3 a 2 al realizado a través de los puertos nacionales y, en volumen, un tercio del comercio terrestre argentino es de carga general: productos de valor y de consumo masivo. Ambos flujos son totalmente contenerizables.

El 93% del PBI de América (Brasil, EEUU, Canadá y México) tienen institucionalizado como medida estandarizadora al contenedor de 53 pies, desarrollado mayormente por el negocio logístico e impulsado por el transporte automotor. Aquí no solo se abre la oportunidad de mejorar la logística con nuestros vecinos, a través del camión, el tren y el barco, sino que al seguir la línea de los países líderes de la región invitaremos al resto del cono sur a utilizar el mismo contenedor.

Argentina posee la capacidad industrial para comenzar la producción de contenedores casi inmediatamente, sumado al empuje del semirremolque de 53 pies hacia los países vecinos, junto con Brasil, hará que surjan demandas de dispositivos en el resto de los países del continente. Esto abrirá más negocios para la logística y para la industria metalmecánica de Brasil y de Argentina, atento a la situación ventajosa frente a los costos transoceánicos para traer los equipos desde otros sectores del mundo.

Esto se traduce, en parte, en la baja de gastos de dólares por importación y la posibilidad de aumentar los ingresos de la misma moneda por exportación, donde la integración intermodal regional, también acompañará al ingreso de divisas por servicios a los países vecinos, al tiempo que menores egresos de las mismas por reducir el propio costo en la logística compartida.

Estamos, como región, ante una posición revolucionaria: hacernos cargo de la logística nacional y regional, tanto desde el sector privado como del público.

Esa posibilidad de producción local y regional de cientos de miles de contenedores, semirremolques y vagones ferroviarios para el nuevo estándar, requerirá de una nueva cultura pública y privada en la que se comprenda que el contenedor ya no será inherente a la industria naviera transoceánica ni mucho menos solo parte del comercio exterior.

Docenas, cientos de firmas de la logística y del automotor están en condiciones como para invertir en esos vehículos y en centros de transferencia, así como en espacios de operación de contenedores (depósitos), como las zonas francas que darán apoyo al comercio regional.

La pandemia nos puso frente a interrogantes que antes nunca se habían planteado, se desnudaron realidades y se despejaron certezas. Una de ellas es que la economía argentina esta conducida, no como un furgón de cola, sino como una locomotora, por la industria nacional y las pymes.

El desafío hoy es impulsar ambos actores. La implementación y fabricación del contenedor de 53 pies que facilitará el comercio de la industria nacional y las pymes, bajando los costos logísticos implicados por la modernización del sistema y generando miles de puestos de trabajo de calidad que se traducirán en consumo.

Bahía Blanca, Septiembre 1ero de 2021

Barcos por Aviones

Leí hace unos días, que el Estado Nacional tenía pensado invertir más USD 30 millones en la compra de aviones de combate rusos MIG 35. En otro portal descubrí una nota del Cap. Julio Insfran hablado de la necesidad de reflotar la Marina Mercante Argentina para que buques de bandera nacional vuelvan a navegar por el mundo.

Me pregunto, ¿es imposible que nuestro gobierno pueda invertir esos millones en la compra los buques cargueros, los cuales están diseminados en el mundo sin trabajo y a la venta?

Pensemos que con la compra de 5 de estas naves se le da trabajo en forma directa o indirecta a mas de 600 personas entre personal embarcado, talleres, empresas proveedoras de bienes y servicios.

Analicemos esto, desde noviembre de 2017 cuando se sanciono la Ley 27.419 de Desarrollo de la Marina Mercante Nacional y la Integración Fluvial Regional, ¿cuántos buques de porte se comenzaron a construir en nuestros astilleros? y ¿cuántos buques fueron adquiridos por armadores nacionales e incorporados al pabellón nacional?

Las respuestas son más que obvias y esto se debe principalmente a la falta de estabilidad económica y de políticas de estado confiables que les dé seguridad a los armadores a invertir en la compra o construcción de estos artefactos.

Por lo antes mencionado, es hora de que el gobierno se ponga al frente de este tema y salga al mercado internacional e invierta fuerte en la compra de estas naves, las cuales se pagan simplemente por el flete generados por el transporte de granos producidos y exportados desde las mas de 20 empresas agroexportadoras situadas en la vera de la Hidrovía Paraná – Paraguay.

LA DEFENSA NACIONAL ES IMPORTANTE, PERO TAMBIEN LO ES, QUE CONTANDO CON EL COMPLEJO AGROEXPORTADOR MAS GRANDE DEL MUNDO, ESTEMOS CEDIENDO MILES DE MILLONES DE DOLARES EN FLETES A BUQUES DE BANDERA EXTRANJERA POR NO CONTAR CON UNA FUERTE MARINA MERCANTE NACIONAL.
ESTO TAMBIEN ES DEFENSA DE SOBERANÍA.