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martes, diciembre 3, 2024
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El Área Marina Protegida Bentónica “Agujero Azul”, antesala de la ausencia de una estrategia marítima nacional

Hace muy pocos días en su artículo “LAS AREAS MARINAS PROTEGIDAS ATENTAN CONTRA LA ADMINISTRACIÓN DEL RECURSO PESQUERO ARGENTINO – El Proyecto Bentónico “Agujero Azul” y las demás AMP favorecen al Reino Unido en Malvinas”, el Dr. Cesar Lerena ha explicado profusa y profundamente una serie de argumentos del porque este proyecto legislativo resulta inconducente y contrarios a los intereses marítimos nacionales.

Con rigurosa minuciosidad analiza los aspectos científicos y jurídicos relacionados a la administración de los recursos vivos del mar, tanto en el plano nacional como en el internacional, como así también expresa una serie de razones geopolíticas que sintetizan la ausencia de una estrategia marítima nacional dado que revelan la debilidad estructural de la política exterior argentina; circunscripta a la “desatención” del escenario Atlántico Sudoccidental donde Argentina mantiene un conflicto de soberanía con la Corona Británica.

El Área Marina Protegida Bentónica “Agujero Azul”, antesala de la ausencia de una estrategia marítima nacional

Considerando que la política exterior es el conjunto de decisiones públicas que asume el gobierno de un Estado en defensa de sus intereses nacionales en relación con el escenario internacional, es de esperar que la misma debiera ser parte de un proyecto nacional consensuado que defina una visión pragmática de sus relaciones internacionales. Pues bien, recorriendo la historia argentina reciente, desde el fin de la batalla de Malvinas a la fecha sabemos de la inexistencia de un proyecto sugestivo de vida en común, aquel que nos constituya como Nación y que nos hermane como pueblo, tal como reza en la Carta Magna. La Nación argentina no sabe de consensos, por ende su política exterior ha sido aventurera, caracterizándose por la ambigüedad de sus propósitos y el escaso pragmatismo en relación con las dinámicas propias del sistema internacional.

El Estado argentino sistemáticamente se ha privado de una visión pragmática que mire las oportunidades del mar. Las iniciativas políticas en relación al mismo han sido inconducentes y otras veces inconclusas consecuencias de la interposición de intereses partidarios por sobre los nacionales pero por sobre todo, por la carencia de una conciencia marítima. La dirigencia política argentina, presa de los votos de la próxima elección, no ha querido reconocer la necesaria mirada del estadista que vincula al mar con el desarrollo y el bienestar de los argentinos. Lo explica muy bien el Dr. Lerena cuando expone las inexactitudes en las argumentaciones del proyecto de marras, que no es otra cosa que parte de la desatención del escenario Atlántico Sudoccidental.

Argentina tiene en el mar una superficie que es tres veces el territorio continental. Esto no parte de un supuesto, es una pretensión plasmada en la Constitución Nacional. Estimativamente se reconoce que la explotación sustentable de sus recursos y la infraestructura necesaria para llevarlo a cabo pueden generar el valor de otro PBI y la creación de más de 1 millón de puestos de trabajo. Por medio marítimo sale aproximadamente el 80% de nuestras exportaciones e importamos el 95% de los insumos necesarios para producir y asegurar la existencia de millones de argentinos. Más de 4400 km de ríos desembocan en el mar y contribuyen largamente con la producción de la Argentina profunda.

El Área Marina Protegida Bentónica “Agujero Azul”, antesala de la ausencia de una estrategia marítima nacional.

De cara a la cuarta revolución industrial que exige el intensivo cuidado de los mares como factor fundamental en la supervivencia del planeta, quizás sea oportuno que los argentinos nos interpelemos de porque no estamos dispuestos a ampliar las bases de generación de riqueza. ¿Qué derecho nos asiste de sumir a la pobreza a nuestra propia descendencia negando las oportunidades de desarrollo que nos brinda el mar?. El contexto actual nos indica que la actual matriz de producción y distribución de la riqueza argentina no será suficiente para atender las demandas mínimas que necesita una sociedad para desarrollarse de manera más equitativa y respetuosa del cuidado de los ecosistemas.

Entendemos que dar respuesta a estos y otros interrogantes conlleva abordar seriamente el diseño de políticas marítimas sustentadas en una estrategia marítima nacional. Concretarlas requiere como punto de partida el reconocimiento de los intereses marítimos nacionales y su vinculación con la historia marítima argentina. Darle visibilidad torna imprescindible un arduo trabajo consensuado desde la educación inicial y que debe continuarse en los estratos de estudios superiores.

Conociendo las oportunidades que brinda el mar, resultará más fácil entusiasmar a nuestros jóvenes respecto a la necesidad de investigar toda su problemática. Esto no es otra cuestión que la generación de conciencia marina, que es parte del ciclo formativo del intelecto. Debemos dotar de herramientas a nuestros jóvenes para que entiendan que no solo están apostando al desarrollo nacional sino a su propia supervivencia humana.

El tercer y último paso que debe cerrar este proceso es cuando se comprenda la necesidad de defender dichos intereses marítimos nacionales, los cuales ya el contexto actual nos indica que muchos de ellos están allende a las fronteras impuestas por los limites jurisdiccionales.

Hay un viejo refrán que reza, No puedes querer lo que desconoces, difícil resultará pretender que lo defiendas. Las naciones que modelan las políticas internacionales están haciendo grandes esfuerzos para presentar al mar como la alternativa de desarrollo y como medio de protección ambiental. Tan solo recordar las ultimas noticias nacionales, el Atlántico Sudoccidental ya es parte del conflicto entre las grandes potencias, por ello resulta tan importante el cuidadoso trazado de políticas marítimas alejadas de las ideologías y de los partidismos políticos.

Argentina pareciera no darse cuenta de ello, quizás sea el momento que la política de paso al estadista que corrija las inexactitudes de los proyectos que postulen la verdadera defensa de los intereses nacionales y definitivamente trabajar mancomunadamente para resolver el conflicto irresuelto por Malvinas, Georgias, Sandwich del Sur y sus aguas circundantes, que es parte indisoluble del conflicto del futuro, la Antártida.

Dr. Horacio Terribile
Dr. Horacio Terribile
Doctor en Relaciones Internacionales egresado de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales dependiente de la Universidad Nacional de Rosario. Ha defendido la tesis Doctoral “El conflicto pesquero en la milla 201. El caso argentino y el Régimen Internacional CONVEMAR”. Ha cursado la Maestría en Defensa Nacional en la Facultad de la Defensa Nacional. Director y docente de la Especialización en Intereses Marítimos que se dicta en la Facultad de la Armada e investigador en el campo de la Defensa y la Geopolítica.

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