Progresivamente, y motivado por la suma de impactos derivados por el aumento de la población urbana y asociado al surgimiento de cambios generacionales en los modos de comprender las formas de habitar las ciudades, se creó una nueva conciencia social. La misma fue definiendo un ecosistema que asocia la calidad de vida con las costumbres ciudadanas, vinculándolo con las demandas energéticas y medioambientales y estas, a su vez, con los cambios en la movilidad urbana, lo cual definió nuevos hábitos colectivos a través del teletrabajo, el consumo y la logística online.
Así, las ciudades nos esperan con escenarios futuros en donde la movilidad sostenible será un punto central en los objetivos de innovación de la planificación y de la gestión territorial.
En ese contexto, y ante una época de creciente expansión urbana, la renovación de los centros de ciudad en base a programas que asocien actividades del trabajo de nueva generación, instituciones de educación universitaria y equipamientos culturales de diversa escala, con mayor oferta de vivienda asequible, favorece el uso mixto del suelo y, fundamentalmente, el transporte público multimodal y los circuitos peatonales de cercanía, definiendo de este modo el crecimiento en función de decisiones de inteligencia y evitando los efectos complejos de los suburbios extendidos y de baja densidad que provocan la dispersión de las zonas residenciales y de las infraestructuras que afectan los suelos naturales.
La definición de crecimiento inteligente es considerada el fundamento de una nueva época de los procesos del desarrollo urbano, alentando una ordenación que se basa en la transformación de la dinámica y la actuación de las personas en función de la intensidad del uso del territorio, de los servicios y de las plataformas de datos, que conectados a la movilidad de los vehículos atenderá el cuidado de la calidad del aire en función de modos energéticos que favorecerán una estrategia sistémica, integral y eficiente.
Por lo tanto, el futuro estará asociado a la investigación, al diseño, al desarrollo y a la evaluación de plataformas de gestión, información y comunicación tecnológica, abierta y en red, de amplia influencia en el comportamiento de las personas, mediante una cadena de valor que une al sector público y privado a través de circuitos de puertos, aeropuertos, rutas regionales, autovías y calles urbanas, vehículos de diverso tipo y escala, proveedores de tecnologías de datos, monitoreo y telecomunicación. Incentivando de este modo el crecimiento sostenible mediante proyectos innovadores, lo cual define un modelo de ciudad y territorio gobernado por una novedosa inteligencia, capaz de asociar la planificación territorial y la movilidad urbana con la economía, el medio ambiente, la energía, la salud, la educación, la seguridad y el turismo.
En ese sentido, tomar decisiones basadas en datos obliga a predecir y a planificar la demanda social, lo cual coloca hacia un futuro mediato la movilidad en el centro de las modernas soluciones de servicios públicos y privados para ofrecer al ciudadano.
Así, el objetivo de la ordenación territorial como instrumento del desarrollo sostenible de las ciudades deberá atender un sistema asociado de factores demográficos, económicos, sociológicos, energéticos y medioambientales, alentando un modelo de regeneración urbana que aporte calidad a los espacios públicos basado en la mezcla de actividades y de pequeños trayectos, en la interacción personal y en la existencia de espacios comunitarios, garantizando un amplio proyecto de accesibilidad universal.
Al respecto, ciertos ejemplos sirven para comprender la influencia transversal de los modos de comportamiento social y su modificación a partir de lo imprevisto y de la relación entre redes urbanas tecnológicas y ciudadanía. Bajo este encuadre, el trascendente acontecimiento observado con la pandemia aceleró la convivencia con la oferta de formatos online, la cual modificó usos y costumbres en el caso de los servicios comerciales, transfiriendo valor a la calidad del servicio logístico y al transporte de mercancías. Un sistema que generó nuevos vínculos que llegaron para quedarse debido a la aceptación y a la adaptación social ocurrida ahora en modelos compartidos.
Cambio de hábitos
Esta particular referencia puede extenderse a la cantidad de experiencias vividas a través del teletrabajo, de la educación o de la medicina, abriendo así un nuevo criterio para comprender la relación del habitante con su territorio, basado esta vez en la conciencia y en el valor de la movilidad. Una nueva cualidad urbana que cambia la localización y la preferencia de la actividad de las personas. Anticiparse al futuro es, por lo tanto, una de las circunstancias más atractivas que posee la misión de planificar y de proyectar el territorio de una ciudad. Y es, desde esta visión, que resulta posible observar cómo un nuevo espíritu de época está transformando la industria del transporte en uno de los motores económicos del intercambio global en función de conceptos como big data, cloud computing, blockchain, Internet of things, integrated emission monitoring o machine learning y deep learning, lo cual está permitiendo optimizar la planificación de los procesos desde donde gestionar el comercio local e internacional.
Propiciando, de este modo, un nuevo ciclo de regeneración de ciertas zonas estratégicas de ciudades a partir de inteligencia, innovación y conocimiento aplicado a la creación de áreas de nuevo valor urbano.
Por ello, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en función de estas visiones de crecimiento inteligente y desarrollo sostenible, la zona de Retiro/Puerto debería comprenderse y valorarse de otro modo, fundamentalmente por su notable condición de centralidad, que integra en radio propio y de inmediata cercanía a los principales accesos y de conectividad multimodal metropolitana, con estaciones de puerto de carga, cruceros, ferrys, ferrocarril, subterráneos, micros de larga y de corta distancia, aeroparque, autopista, el corredor del Paseo del Bajo y los extensos circuitos peatonales ribereños, incluyendo una importante actividad corporativa, institucional, administrativa y de servicios públicos y privados, con edificios de futura generación, ya radicados o en desarrollo en el área, lo cual propone una idea urbana virtuosa.
Un territorio ligado a proyectos y a servicios asociados con la movilidad, que explica la existencia de una plataforma de cadenas de valor intersectorial de alto impacto social y un motor clave y de oportunidad para la economía de la Ciudad y del país, siempre bajo criterios de conectividad, sostenibilidad y eficiencia.